A la entrada norte de Otavalo, en la panamericana se ve el aviso que avisa de la cascada.
Caminando 1km, y gracias a que pregunte me llevaron los otros 2km, y esta el aviso de la cascada.
Tienen todo muy organizado, la entrada es por un aporte voluntario y los senderos estan cuadraditos.
La vegetación es muy bonita y relajante.
Antiguamente habían muchos mitos y leyendas de indigenas en esta cascada.
Ella acepto muy contenta tomarse la foto conmigo, estaba con su hija visitando la cascada para una tarea.
Aquí ya se alcanza a ver la cascada.
Y porsupuesto mía también se tomo fotos.
Mía toma fotos muy torcidas.
La cascada tiene unos 18 metros.
El sonido es espectacular.
Así que si algún día viajan entre Quito y Pasto, la visita de esta cascada puede ser muy relajante.
Mía de lejos para que no se moje.
Las aguas del río peguche antes de llegar a la cascada.
Vista desde la cima de la cascada.